Google Maps está dándole un nuevo sabor a cómo exploramos opciones gastronómicas, y para los que estamos en el mundo de la hostelería, esto es una noticia que hay que degustar. Imagina que ahora, cada vez que alguien sube una foto de un plato a la aplicación, Google se encarga de añadirle un poco de sazón: nombre del plato, ingredientes, precio, e incluso si es un hit entre los comensales o si es una opción vegetariana. Es como tener el menú interactivo que siempre soñamos, directo en el móvil.
Antes, las fotos de platos eran solo eso, fotos. Atractivas, sí, pero sin mucha chicha detrás. Ahora, esta nueva función transforma cada imagen en una pequeña guía gastronómica. Si algo no cuadra o falta sazón, puedes sugerir un cambio, haciendo de Google Maps una herramienta más precisa y colaborativa.
La actualización está sirviéndose poco a poco. Aunque aún no todas las fotos vienen con este extra, la meta es que, eventualmente, la mayoría de las imágenes en Google Maps sean mini catálogos de sabor. Es un avance importante para nosotros en la hostelería, ya que enriquece la manera en que los clientes pueden descubrir nuestros platos y especialidades.
En resumen, Google Maps está maridando tecnología con gastronomía de una manera que promete mejorar cómo los clientes nos encuentran y qué esperan encontrar en nuestros menús. A medida que estas características se expandan y mejoren, estar al día con ellas no solo enriquecerá la experiencia del cliente, sino que también puede servirnos de inspiración para cómo presentamos nuestros platos al mundo.